LOS FUEGOS FATUOS

Érase una vez en un pueblo precioso, Campo Lameiro, vivía un niño que se llamaba Pepiño con sus padres y sus tres hermanas... este hecho sucedió sobre los años 50...

Un día fueron a visitar a sus familiares de Cuspedriños,  una aldea lejana, fueron a caballo.. pero con la alegría y el entusiasmo se les hicieron las tantas... entonces a la vuelta, a mitad de camino se les hizo de noche... una noche preciosa de verano, cálida y despejada y se les ocurrió pasar la noche a la vera del cristalino y espectácular, río Lérez.. montaron un campamento improvisado..cenaron unos bocadillos de tortilla que les habían preparado sus queridos parientes.... cantaron unas gallegadas y se fueron a dormir .

Las tres en punto serían cuando Pepiño se levantó del lecho para hacer pis al lado del río, miró hacia el río y vio ¿qué diréis que vio?... pues al principio le pareció,  como algo similar, a unas hogueras, pero no...se dirigió hacía unas luces brillantes  titilantes. Pensó que no era nada malo porque los caballos no se habían inmutado....A la mañana siguiente...le preguntó a su padre ,que era muy sabio, que qué eran esas luces..y el padre le contó que consitía en un fenómeno que la inflamación de ciertas materias (fósforo, metano, principalmente) que suben de las sustancias animales o vegetales que se están pudriendo, y forman pequeñas llamas que se ven arder en el aire a poca distancia de la superficie del agua en lugares pantanosos y en cementerios....les llaman fuegos fatuos...es.wikipedia.org/wiki/Fuego_fatuo

 Y colorín colorado este relato se ha acabado.

FIN.